La empresa española de ropa, Zara, fue acudada de apropiación por la Senadora Susana Harp, quien a pesar de ser hija del putrimillonario Antonio Harp Helú, siempre se ha dicho orgullosa de ser oaxaqueña y de ser portavoz de sus tradiciones. Así que la Senadora mientras de “pura casualidad” se encontraba en Zara, encontró que vendían conejitos de pascua tejidos al estilo oaxaqueño. De inmediato puso el grito en el cielo, diciendo que la empresa de ropa para whitexicans estaba haciendo “apropiación cultural”. Los abogados de Zara rápidamente respondieron que si se iban a poner así de pesados, el cristianismo es una apropiación de una religión que viene de medio oriente, y que el conejo de pascua es una apropiación bien gabacha. Al final a la Senadora le regalaron un huipil marca Zara, elaborado por manos de niños filipinos que están encadenados, metafóricamente, a su gran empleo de maquiladores en donde les pagan 1 dólar por día.