Dicen que no hay mal que por bien no venga y si vienen las exhalaciones del Popo, así como sus explosiones han puesto al valle de México casi en alerta roja, pues también hay cosas que han sido positivas y una de ellas es… la ceniza.
Sí suponemos que te preguntas, qué podría ser bueno de tener autos, casas y personas bañadas en ceniza piroplástica que virtualmente puede ser tóxica, que es difícil de limpiar y que hay que estar limpiando cada dos horas… pues la respuesta es que gracias a esta ceniza la comida callejera poblana ahora tiene un suave sabor ahumado que ha enloquecido a los comensales.
Tacos árabes, cemitas, garnachas, chalupas, sopes bandera entre muchas cosas más, ahora tienen un sabor ahumado que incluso dicen revolucionará la comida poblana que ya de por sí es de las más fregonas del país. De inmediato chefs mamadores han salido a recolectar ceniza con la esperanza que ese toque ayude en sus enmoladas de Jamaica con jumiles que cobran a 500 el plato.
Gracias Don Goyo por tu buen sazón.
Actualización: Ya hay quien vende ceniza del volcán… a esos chefs fusión.