Si bien los comics como cualquier otra creación literaria pasan por la percepción de los lectores en primer lugar que terminan dándole el significado que necesitan, en segundo por las propias filias y fobias del autor o los autores, son producto de la época que los vieron nacer en su momento. Es fácil entender un libro o un personaje entendiendo el año que fue creado, así como las ideas de quien lo escribió -y dibujó- por lo que también es importante mencionar las influencias de los años de creación que terminan por determinar el significado para ciertos grupos de lectores, los cuales pueden tomar a la obra en cuestión como un ejemplo o modelo a seguir, no solo en su vida personal, sino también en lo profesional, lo cual puede convertirse en un peligro.
Lo mismo ocurre con las películas y aquí puedo mencionar un par de ejemplos que también están relacionados con libros y/o comics. La primera es “Figth Club” (1999) basada en la novela del mismo nombre de Chuck Palahniuk, donde a pesar del sentimiento antisistema, la idea central es mucho más cercana al fascismo que al anticapitalismo, mucho menos al anarquismo. La critica no es sobre el sistema, sino sobre las oportunidades de la clase trabajadora a acceder a los privilegios y donde es mejor desahogarse golpeando a alguien menos fuerte. La otra película es Joker (2019) que parte del mismo sentimiento y aunque en algunos momentos intentaron convertirlo en un icono de ciertos movimientos antisistémicos, la derecha lo tomó con mucha más fuerza, los outsiders que de pronto parecen confundirse en el discurso y en la forma que solo son productos de estos tiempos posmodernos no permiten una verdadera diferencia entre ideas e ideologías.
Esto también pasa en los comics con algunos antihéroes como por ejemplo Punisher, a quien, en las revueltas de la derecha contra el Capitolio de los Estados Unidos en el 2021, lo usaron como emblema de sus incursiones, aunque claro todas las confusiones obvias que se dieron por tratar de hacer un icono a un personaje que no cumplía con las condiciones para eso no prosperó. Eso no quiere decir que para muchos de la extrema derecha no lo mantengan como uno de sus referentes de ficción.
Existen otros personajes en los comics que su simpatía por el sistema de clases es bastante obvio y sus acciones van dirigidas expresamente a mantenerlo, como es el caso de Superman en el Universo DC/Warner que desde sus inicios ha sido alguien que ve por los valores tradicionales, siendo más cercano a los activistas de provida que a los de “Black Live Matters” aunque también depende del escritor en turno que es quien define la postura del personaje, sin embargo la regla, al menos para este -que aplica para todos en realidad- es que no solo importan sus superpoderes sino también sus valores tradicionales.
Por otro lado, en Marvel Comics, el Captain America, quien tiene sus orígenes en la II Guerra Mundial, es quien es un símbolo de la idea de libertad que se propaga desde el gobierno de los Estados Unidos, aunque ha tenido sus etapas oscuras como lo fue la saga Civil War escrita por Mark Millar donde cuestiona directamente las actitudes fascistas del gobierno y los ricos.
Si bien Captain America es el icono por excelencia del estilo de vida estadunidense, el cual se tiene que defender a cualquier precio, quien mejor refleja las acciones del capitalismo y su etapa más brutal como lo es el neoliberalismo que por un lado muestran una cara bondadosa, filantrópica mientras que por el otro depredan todo a su paso. Tony Stark en toda su historia, no tiene un solo momento en que cuestione al sistema capitalista y el libre mercado al contrario sabe sacar el mejor provecho de este para su beneficio, donde ser Iron Man es parte de ello. Ni cuando Marvel ha tomado la decisión de plantear un hecho real en sus historias ficticias Stark es un tipo que cuestione desde una postura no liberal, es pues un Elon Musk, un Jeff Bezos que intenta desaparecer al gobierno para dejar todo en manos del libre mercado y los mercenarios que el gobierno pueda comprar, al final que son los Avengers sino eso, un grupo de mercenarios al servicio del poder.
Aunque quien esta mas cercano a la derecha, a pesar de los intentos de algunos escritores como Alan Moore que intento darle un toque más contestatario o como Grant Morrison que jugo mucho con todo el homoerotismo que tiene el personaje en sus relaciones masculinas.
Lo cierto es que este personaje siempre ha sido escrito por escritores cercanos a la derecha, que lo han usado como plataforma para promover sus ideas cercanas al capitalismo, muy cercanas al fascismo. David Graeber hace un estupendo ensayo al respecto, tomando la película de Christopher Nolan y toda la propaganda anti-occupy, es decir al movimiento más radical contra el sistema.
Batman y su alter ego Bruce Wayne se benefician del capitalismo para llevar a cabo sus actividades -incluidas las filantrópicas que ponen a Wayne como un ciudadano preocupado- desde donde accionan todos sus planes. La relación Joker-Batman es la misma que Bruce tiene con Gotham City donde podría resolver los problemas de raíz, pero hacerlo es muy poco capitalista, entonces, así como Batman prefiere vivir esa relación amor-odio con el Joker, Bruce desde su enorme riqueza lo hace con la ciudad, donando dinero y poniendo a funcionar soluciones de final de tubería antes de hacer un cambio verdadero. Pensar en esto desde la realidad y los millonarios que no son producto de la ficción no es mera coincidencia, es una forma de propaganda.
Para muchos investigadores, principalmente la trilogía fílmica de Christopher Nolan, esta es juna critica al fundamentalismo representado por Bane, sin embargo análisis más profundos como el de Graeber dejan ver que es una critica contra todo aquello que pueda poner en jaque el sistema capitalista al cual sirve y se sirve la dicotomía Wayne/Batman con un discurso muy bien definido, no por nada esta trilogía se basa en las novelas gráficas escritas por Frank Miller, quien ha dejado muy claro lo que piensa de todo aquello que no huela a derecha y capitalismo neoliberal, que tiene como mantra frases como “el pobre es pobre porque quiere” o “para que haya riqueza cada quien tiene que saber el lugar que le toco en este sistema”.
Por otro lado, las acciones de Batman para “castigar” a los malos, rayando en practicas fascistas que van desde una vigilancia con cámaras ilegales a los ciudadanos de Gotham City hasta la violencia física con la que somete a los delincuentes comunes, una violencia que de ser real sería cuestionada y criticada, o tal vez justificada por ese discurso de que con los malos hay que aplicar todo el peso de la ley.
Es importante recalcar que Batman es un referente para muchos personajes reales con prácticas cuestionables, el presidente electo de Argentina, Javier Milei se ha declarado fan del murciélago y el policía metido a político Omar García Harfuch uso el logo de Batman en su campaña de precandidato a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Tanto el argentino como el mexicano son dos personajes con un pasado de violencia y anti-derechos, por lo que se entiende que se sientan identificados con este personaje de ficción.
En Blue Beetle (2023) el personaje que interpreta George Pérez llama de forma categórica fascista a Batman, esto ocasiono un revuelo entre los fans del murciélago, sin embargo, dentro del contexto de una familia de mexicanos que están a punto de perder su casa por la gentrificación y donde los ricos no hacen otra cosa que perjudicarlos, Batman no es más que un fascista, como lo sería cualquier otra persona cercana al poder. Batman es un defensor del capitalismo y lo hace desde sus métodos violentos, es por eso por lo que la frase de Pérez cobra tanto sentido, al grado que el comparativo que hacen de Wayne con Elon Musk no recibió tanta atención.
Todas las creaciones literarias, el cine, son producto de la época, pero también de las filias y fobias de sus autores, aquí en Batman es muy claro, el objetivo de este comic y todo lo que se derivó de él, es vender la idea de que el sistema no es tan malo, solo necesita enderezarse un poco, aunque para eso tengamos que usar la violencia y esto es algo que a muchos de sus lectores los seduce, no en balde es el personaje más popular y vendible de DC y posiblemente de todas las editoras de comics y productores de cine y televisión. A diferencia de otros personajes, el universo de Gotham City/Wayne es una propaganda al capitalismo, es una parte fundamental del personaje y todos sus productos artísticos y comerciales y esto es algo a reflexionar pues al menos para mí, siempre me ha parecido que es mejor desconfiar de las buenas intenciones de los ricos, pues siempre ocultan más de lo que dan.
Noviembre, 2023
Desde la periferia en Elisyum
Jorge Tadeo Vargas; activista, escritor, traductor, anarquista, pero sobre todo panadero casero y padre de Ximena. Desde hace años construye una caja de herramientas para sobrevivir.
A veces viaja a Mundodisco.