El Gran Premio de Australia estuvo lleno de desafortunados accidentes, tanto en la pista como en las gradas. Además de los choques y abandonos que se dieron durante la carrera, un aficionado resultó herido por culpa de los restos del auto de Kevin Magnussen, quien se impactó contra un muro de contención y dejó la carrera. Andrew Westacott, director general de la Australian Grand Prix Corporation, se encargó de dar a conocer lo sucedido con el aficionado quien, según el funcionario, sufrió de un corte en el brazo por culpa de los restos de la rueda trasera derecha del monoplaza del piloto de Haas. Lo desafortunado no fue que el señor resultara lastimado, sino que le quisieron cobrar un cargo extra ya que le decían se llevaba un souvenir memorable y único en su tipo.