Pasan los años y la práctica del performance en México se vuelve una constante, los espacios culturales buscan el más mínimo pretexto para presentar  en sus carteleras cualquier evento al que puedan acompañar con un performance, con ello, los performanceros se han multiplicado al igual que sus acciones, sin embargo, existe un nombre o artista del arte acción que durante más de una década ha sido capaz de llenar por sí misma cualquier lugar en que se presente y generar con su sola presencia un morbo agigantado. .

Rocío Boliver, mejor conocida como. “La Congelada de Uva”, es, sin duda alguna, la principal culpable de que cientos de curiosos llenen los espacios dedicados al performance, sus presentaciones se consideran todo un acontecimiento tanto por temática como por intensidad. Las acciones y textos de Rocio Boliver pueden ser considerados como pornográficos, extremos, duros, perversos y grotescos, pero dentro de los mismos podemos encontrar una constante sátira a la moralista y falocrática sociedad mexicana, una burla que en ocasiones se ha extendido a los mismos críticos del performance que se empeñan en teorizar en extremo cada una de las presentaciones de la autodidacta Congelada de Uva.

Por sí misma, Rocío Boliver puede resultar un performance ambulante, difícil olvidar su breve experiencia en TV Azteca conduciendo un programa de sátira política, o su efímera presencia en Ventaneando cuando sin avisar mostró las nalgas al cuarteto de pseudo periodistas ahí presentes.

Son múltiples las acciones que La Congelada ha convertido en verdaderos clásicos: títulos como rewind y puerca peluda, son presentaciones que han quedado atrás en el tiempo pero que muchos darían lo que fuera para volver a presenciarlos, pues en ellos se encuentra a la mujer sumisa que reprime su sexualidad, la santurrona arrepentida por conocer el orgasmo, las que ocultan su miedo tras la máscara liberal, y  la doble moral que predomina en sectores derechistas de nuestra sociedad.

Cuando el desnudarse, orinarse en el escenario y hacer cigarros gigantes de mota parecían marcar los límites de las acciones de Rocío Boliver, llegó el venturoso encuentro con otro grupo de artistas de la música y el performance, la unión entre La Congelada de Uva y el Colectivo Binaria (Ogo y Encefálisis) resultó por si sola un revulsivo para el arte acción hecho por mexicanos, las atmósferas creadas electrónicamente por Binaria, alrededor de lo inmoral y obsceno de Rocio Boliver, dio como resultado uno de los proyectos más arriesgados de el underground en México, proyecto que afortunadamente no se ha diluido en lo efímero del performance debido a la web y los CD´s que edita de manera independiente Binaria. (cabe destacar que el histórico performance rewind, puede verse en el CD Binaria 13).

El trabajo de La congelada de Uva puede ser en ocasiones bastante “bipolar”, no todo es perverso en su que hacer artístico; pese a que no en pocas ocasiones ha sido “crucificada” por impúdica, es imposible recordar aquel performance en que repartió flores y pidió al público del Museo de la Ciudad de México la ayudara a llegar a su destino cargándola y pasándola delicadamente por las manos de los ahí presentes;  mismo recinto donde días atrás arribó convertida en un plato humano de sushi en el que los presentes pasaban a degustar de un sui géneris platillo oriental servido y aderezado en el año de La Congelada de Uva.