Además de ser jueves santo, también es día de San Celso, y para los mexicanos sin duda el Celso más célebre que además es un orgullo nacional es Celso Piña. Tuve la oportunidad hace 10 años de convivir y compartir unos tragos con Celso después de la presentación de su documental en el monumento a la Revolución. En aquel momento Celso vivía un gran momento, el reconomiento ya no sólo de los amantes de la cumbia sino del gran público. Fue justamente cuando la cumbia comenzó a “gentrificarse” y a la banda fresa y especialmente a los whitexicans les empezó a gustar. Ya había convivido con Celso un día en el faro de oriente, donde detrás del escenario había una fila de unas 30 mujeres que querían bailar con él. Les dejo esta plática que tuve con él en donde se me ocurrió juntar a los dos grandes del acordeón, a Celso y a Ramón Ayala. No muchos lo saben pero el “rebelde del acordeón”, también tocaba el bajo sexto, instrumento capital para el sonido norteño. Aquí les dejo este recuerdo hoy que es San Celso. Un abrazo carnal hasta allá a donde te encuentres.