Moses se alistaba para salir, su limpia camisa y refinada corbata ajustaban perfectamente con el oscuro y finamente delineado traje que vestía, los brillosos zapatos y delgados calcetines completaban la vestimenta ideal para un importante ejecutivo, no podía faltar el portafolio, aunque  la costosa piel y pesados broches que no resguardaban ningún documento., eran el complemento ideal para el macabro plan de Moses. Se apresuró a llegar a su cita, la linda chica que había reclutado se mostraba impaciente, cuando los pasos caminaron a la par se dirigieron al recóndito lugar donde Moses tenía su oficina, jamás llegaron pues la muerte decidió sumarse a la caminata, el elegante hombre se transformó en una bestia imparable, sus puños golpearon una y otra vez el bello rostro de la víctima, el tono rojizo se dibujó en los nudillos del agresor, la tersa seda de la blusa cedió fácilmente ante el ataque, la misma terminó rodeando el cuello de su dueña, un potente y prolongado jaloneo la dejó sin aire, el indefenso cuerpo quedó ante los deseos de Moses Sithole, sin el menor recato tomó el cuerpo para torturarlo y ultrajarlo en repetidas ocasiones, el mayor asesino en serie de África había llevado a pie de la letra su macabro ritual.

Aunque las noticias de asesinos en serie africanos no son comunes, el caso Moses Sithole es de conocimiento mundial, la cifra de víctimas está muy cerca de las 40, lo que lo coloca como uno de los homicidas más letales de toda la historia.

Nacido en Sudáfrica en 1956, fue abandonado en dos ocasiones por su madre, tras una infancia llena de rechazos encuentra en el box y la lectura el escondite perfecto que iría formando su violenta y camaleónica  identidad. A los 22 años de edad agredió sexualmente a la hermana de su novia, mismo hecho que se repetiría un año después. Tras dos violaciones más, Moses es denunciado y detenido por la policía, es sentenciado a pasar 7 años en prisión, durante los cuales recibió el más duro trato que los internos daban a los agresores sexuales, fue golpeado, violado y sodomizado en múltiples ocasiones.

Al salir contrae matrimonio y es padre de una niña, comienza una vida de engaños en los que logra ganar la confianza de varias mujeres de entre 19 y 44 años, a las que les ofrecía trabajo en una fundación dedicada a cuidar niños huérfanos, a muchas de ellas las citaba en diferentes puntos de Pretoria, Johanesburgo y East Rand, una vez a solas con ellas las golpeaba, violaba y estrangulaba con la propia ropa de la víctima,  les cubría el rosto y amarraba de manos por la espalda.

La persecución que las autoridades sudafricanas iniciaron para detener al homicida serial fue apoyada por el ex agente del FBI, Robert Ressler, colaboró en la realización del perfil del asesino, esto dio como resultado la detención de Moses, pese a que éste hizo todo lo posible para desviar las investigaciones que se orientaban hacia su persona, llamó por teléfono a las autoridades para denunciar a un integrante de su familia como el asesino en serie, se hizo pasar por otra persona que supuestamente se confesaba como el homicida, dando datos exactos de las víctimas y el lugar donde escondía los cadáveres.

Finalmente en octubre de 1995, a más de un año de haber iniciado la lista de 38 asesinatos y 40 violaciones, Sithole fue capturado y sentenciado a más de 2,400 años de prisión